La fe como lente para la verdad
- Carol Thiede
- 4 sept.
- 3 Min. de lectura

HORACIO SANDI, Pr. de la Comunidad Cristiana de Goya, Iglesia Sembrando Vida.
Hoy nos reunimos, viniendo desde diferentes lugares y credos, con un mismo fin: pedir por la paz mundial y, en específico, en Gaza. Y lo hacemos amparados en la enseñanza que Jesús nos dejó: «Donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estaré», dijo Jesús. En virtud de ello, elevamos nuestra oración sabiendo que Él está aquí y nos escucha.
Oremos:
Jesús: Te pedimos que la verdad, TU verdad, nos haga libres de la mentira que permanentemente es la herramienta usada por los políticos y gobiernos de turno para justificar lo injustificable, en este caso la guerra en Gaza. La mentira y la pseudoverdad son utilizadas para confundir a los pueblos en pos de defender acciones egoístas, nefastas y, desde la espiritualidad, diríamos también diabólicas. Que Tu verdad prevalezca y deje a la luz el genocidio que se está cometiendo. La muerte de inocentes NO es un efecto colateral indeseado en una guerra: NO, eso se llama asesinato y pecado.
Jesús: Te pedimos por los civiles inocentes y pobres de todas las edades, religiones y géneros que habitan las zonas en conflicto y sobre los cuales NO cae la anhelada lluvia de bendición, sino que sobre ellos cae la destrucción en forma de balas, bombas, misiles y todo tipo de material bélico que destruyen vidas, hogares, ciudades, hospitales, familias enteras, dejando tras sí solamente dolor, angustia y muerte. Son pérdidas irreparables sobre las cuales no nos podemos quedar callados o calladas.
Jesús: Oramos en contra del espíritu egoísta, arbitrario, colonialista y autoritario, que se cree no solamente superior, sino también la encarnación misma de la verdad... falsa verdad. Nacionalismos extremos que han perdido todo tipo de coherencia (si es que alguna vez la han tenido), y que hoy creen tener luz verde para hacer y deshacer a su antojo y de acuerdo a sus interpretaciones erróneas y tendenciosas de Tu Palabra Sagrada, poniéndose inclusive por encima de ellas. Estas actitudes los llevan a creerse dioses. Pero muéstrales claramente, Jesús, que son dioses con pies de barro, y tarde o temprano van a caer.
Jesús: Te pedimos por la ayuda humanitaria de alimentos y medicamentos, que al no permitirles el ingreso se han transformado en una nueva arma de guerra tan letal como las otras, pero mucho más perversa. Quien no muere por el efecto de un misil, muere de hambre y sed, o por falta de atención médica. Llegamos a un punto tan extremo que inclusive los elementos esenciales para la vida se han transformado en un arma de guerra... ¡horrible! Lo denunciamos ante ti, Señor Jesús.
Jesús: Venimos a denunciar a religiosos y religiosas, teólogos y teólogas que con sus falsas y erróneas interpretaciones de la Biblia hoy se ponen del lado de los agresores y justifican la guerra a través de exégesis y hermenéuticas tendenciosas y siempre a favor del poder de turno, siendo similares a los antiguos profetas de corte que, en la época del Antiguo Testamento, les decían a los reyes solamente aquello que los reyes querían escuchar y no la verdad. Jesús, ayúdanos a SÍ ver la verdad y no convalidar estas mentiras.
Jesús: Te pedimos por los rehenes que aún están en cautiverio para que sean liberados y puedan volver a reunirse con sus familias que los están esperando. No sabemos de ellos, pero lo que sí sabemos es que donde están, no deberían estar. Te pedimos por cada uno y por su liberación inmediata. Nos declaramos en contra de los secuestros y de los prisioneros de guerra. Son personas y no mercaderías de cambio.
Jesús: Para finalizar nuestra oración, recordamos tus palabras al inicio de tu ministerio en la tierra:«El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha consagrado para llevar las buenas noticias a los pobres, me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos. A poner en libertad a los oprimidos, a anunciar el año favorable del Señor.»
Oramos por todo ello en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Discurso en el marco de “Creo y Defiendo la Paz”. Acto ecuménico por el fin de la violencia y el genocidio en Gaza, llevado a cabo el 30 de junio de 2025, en Asunción, Paraguay.
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